Algo extraño
De pronto, y sin darme cuenta, pude palpar su presencia inequívoca. Ahí estaba, delante mio, La Muerte. Implacable. En su mano derecha tenía un libro: con esfuerzo pude leer su título: Historia de la Humanidad. La Muerte se sonreía burlonamente, quizá por eso no le tuve miedo, sino que por el contrario, le pregunté acerca de ese libro. Lo más parecido a la Muerte, a esta Muerte, escribe siempre en color amarillo
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